¿Qué lleva a unos padres a poner a sus hijos un nombre u otro? Yo no tengo ningún amigo que se llame Emilio, tengo un Sixto, un Carlos...incluso un Attila pero Emilios ninguno.
Recuerdo en mi época adolescente, cuando hacía de monitora en las colonias de verano del colegio donde estudiaba, haber coincidido con un Emilio, un chico tranquilo, poco hablador pero que siempre estaba ahí cuando le necesitabas; también creo haber disfrutado viendo jugar a tenis a Emilio Sánchez Vicario, aunque, la verdad, yo era más de Sergio Casal; mi madre tenía un tío, el Tio Emilio, pero estaba loco y lo ibamos a visitar al manicomio de Reus, tenía la mirada perdida y babeaba como un boxer; incluso creo que el amigo inseparable de Snoopy en su versión española también se llama Emilio, cosa que jamás entendí porque su versión original es Woodstock.
Todo el mundo debería conocer un Emilio y tenerlo cerca, en el primer piso hay uno...¿Quieres ser su amigo? Yo si.
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