domingo, 8 de noviembre de 2009

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina



Ayer fui a ver la segunda parte de Millenium. La primera no me gustó mucho ya que, en mi opinión se dejaron muchas cosas en el tintero, sin embargo, esta segunda es una versión casi literal del libro, y digo, "casi literal" porque casi me da algo en la escena final. ¿Cómo es posible que obvien las alucinaciones que, de tanto en cuanto, sufre el gigante rubio? ¿Cómo pretenden que nos creamos que, después de repartir ostias a diestro y siniestro durante toda la película, en la escena final, tenga miedo de una Lisbeth medio muerta, que no se puede mover y que sólo se vale de una pistola cuyas balas se le están acabando? Por no mencionar, la patética escena cuando el susodicho gigante cruza su mirada con una Mikael Blomkvist totalmente desarmado y desconcertado, y lanza al suelo la barra de hierro y huye. ¿El director nos toma el pelo o da por hecho que todo el mundo que va a ver la película ha leído el libro? Con la recaudación de taquilla de la primera parte fijo que tenían presupuesto para algún efecto especial que explicara el por qué huye de Lisbeth en la escena final, aunque fuera un efecto casero con el photoshop.
Por lo demás, Noomi Rapace y Michael Nyqvist están perfectos en sus caracterizaciones como Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. Me pongo las pilas con la tercera parte porque estoy deseando saber el desenlace final.


La noche acabó con una estupenda cena en el restaurante La Botiga, lugar que os recomiendo fervientemente por su buena relación calidad-precio. Se come a la carta pero los precios son más que accesibles, los tres comimos de lujo por 21 euros cada uno, botella de vino y postres incluidos. El servicio es muy atento y bastante rápido.





Chicos gracias por compartir la tarde-noche del sábado conmigo, sois geniales ambos los dos, un besazo!!!

1 comentario:

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