lunes, 6 de febrero de 2012

El reencuentro

Da gusto volver al gimnasio después de una semana acosada por el típico y tópico resfriado hivernal que te deja out of order y repleta de componentes químicos el cuerpo.
Da gusto reencontrarte con tu bici, con otros cuerpos sudorosos, con el profe que te machaca y te obliga a sacar lo mejor de ti, con tus ansias escondidas por mejorar tu marca y doblar tu esfuerzo.
Jamás he sido chica de gimnasio, nunca me ha preocupado quemar las calorías que consumo y para nada he sido fan de las competiciones; pero desde hace poco hacia aquí, quizás influenciada por mi "movio" deportista, o quizás consciente de que es mi última oportunidad de quitarme esos kilos de más que dejan los embarazos a todas las mujeres normales, me apunté a un gimnasio que está cerca de casa y donde mis hijas hacen sus actividades extra escolares, y no tanto para iniciar una operación biquini sino para tener un poco más de tiempo para mi; para mi cuerpo y, sobre todo, para mi mente, porque esas 3 horas semanales lo significan todo para mi: tiempo para relajarme aún estando mis músculos trabajando al 100%, para pensar, a pesar de estar escuchando esa música disco que a veces ponen demasiado alta para mi gusto, y de paso, para poner en forma mi espalda, mis cervicales y todo mi esqueleto y no quedarme anquilosada antes de tiempo.
Si alguna vez dije digo ahora digo Diego porque es preferible saber que puedes cambiar y mucho mejor aún es hacerlo, eso si, con moderación porque todos los extremos suelen ser malos.
Sueetsand

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por decir lo que piensas, nosotros decidimos si lo publicamos o no